Los nekrones, una raza de guerreros metálicos no muertos que han despertado de un largo sueño para reclamar la galaxia como suya. Los nekrones son una de las razas más antiguas y poderosas del universo, con una tecnología superior a la de cualquier otra facción. Sus armas pueden desintegrar la materia, sus naves pueden viajar por el espacio y el tiempo, y sus cuerpos pueden regenerarse de cualquier daño. Los nekrones son también una raza misteriosa y enigmática, con una historia que se remonta a millones de años atrás.
Los orígenes de los nekrones se encuentran en los necrontyr, una raza de seres orgánicos que vivían bajo el influjo de una estrella moribunda. Los necrontyr tenían una vida corta y miserable, marcada por la enfermedad y la guerra. Su única obsesión era la muerte y la inmortalidad, que buscaban infructuosamente en el cosmos. Su envidia les llevó a enfrentarse a los ancestrales, una raza de seres divinos que habían creado la vida en la galaxia y que poseían el secreto de la eternidad. Los necrontyr iniciaron una guerra contra los ancestrales, pero fueron derrotados por su superioridad numérica y tecnológica.
Fue entonces cuando los necrontyr encontraron a los c’tan, unos seres de energía pura que habitaban las estrellas. Los c’tan se alimentaban de la materia y la vida, y se ofrecieron a ayudar a los necrontyr a cambio de su adoración. Los necrontyr aceptaron, y los c’tan les propusieron un pacto: les darían la inmortalidad que tanto ansiaban, pero a cambio tendrían que someterse a un proceso llamado biotransferencia, que consistía en transferir sus almas y sus mentes a unos cuerpos metálicos indestructibles. Los necrontyr accedieron, sin saber que los c’tan se alimentarían de sus almas en el proceso, dejándolos como meras sombras de lo que fueron. Así nacieron los nekrones, los esclavos eternos de los c’tan.
Con los nekrones como su ejército, los c’tan reanudaron la guerra contra los ancestrales, que contaban con el apoyo de otras razas jóvenes como los eldar o los orkos. La guerra fue devastadora para ambos bandos, y acabó con la victoria de los nekrones y los c’tan, que exterminaron o esclavizaron a sus enemigos. Sin embargo, el líder supremo de los nekrones, Szarekh el Rey Silente 1, se dio cuenta del engaño al que habían sido sometidos por los c’tan, y decidió rebelarse contra ellos. Con la ayuda de otros nekrones leales, Szarekh logró fragmentar a los c’tan en pedazos llamados fragmentos 2, que fueron encerrados en unas prisiones especiales llamadas vasijas 3. Así, los nekrones se liberaron del yugo de los c’tan, pero a un alto precio: habían perdido su identidad, su cultura y su alma.
Tras su victoria, los nekrones se encontraron con una galaxia devastada por la guerra y asolada por las tormentas disformes 4, unas anomalías espaciales causadas por las emociones negativas de las razas vivas. Los nekrones decidieron entrar en un estado de hibernación en sus mundos necrópolis , esperando a que las condiciones fueran favorables para su despertar. Durante millones de años, los nekrones durmieron bajo la superficie de sus planetas, mientras otras razas emergían y prosperaban en la galaxia.
En el 41º milenio , el escenario actual del juego, los nekrones han empezado a despertar de su letargo, y se han encontrado con un universo muy diferente al que dejaron. La humanidad, una raza insignificante en su época, se ha convertido en el Imperio de la Humanidad , una civilización fanática y decadente que domina gran parte de la galaxia. Los eldar, los antiguos aliados de los ancestrales, se han dividido en dos facciones: los eldar artesanos , que viven en naves-mundo errantes, y los eldar oscuros , que habitan en la ciudadela dimensional de Commorragh. Los orkos, los descendientes de los krorks creados por los ancestrales, se han multiplicado por toda la galaxia, sembrando el caos y la destrucción. Los tau , una raza joven y ambiciosa, han surgido como una nueva potencia, expandiendo su imperio mediante la diplomacia o la guerra. Y el caos , la manifestación de las fuerzas oscuras de la disformidad, ha corrompido a muchas razas y amenaza con consumir toda la realidad.
Los nekrones se han propuesto recuperar su antigua gloria y dominar la galaxia una vez más. Para ello, cuentan con su avanzada tecnología y su disciplina marcial. Sus armas son capaces de desatar rayos de energía gauss que deshacen a sus enemigos átomo a átomo, o disparar proyectiles de metal viviente que se adaptan a las defensas del objetivo. Sus naves pueden atravesar el espacio real o el espacio disforme con igual facilidad, y desplegar portales dimensionales que permiten transportar tropas y vehículos al campo de batalla. Sus cuerpos pueden resistir casi cualquier daño, y si son destruidos pueden reanimarse gracias a sus protocolos de reparación . Además, algunos nekrones han conservado parte de su personalidad y su voluntad, lo que les permite liderar a sus ejércitos con astucia y estrategia.
Los nekrones se organizan en dinastías , que son las antiguas familias nobles de los necrontyr. Cada dinastía tiene su propio territorio, su propio color y su propio emblema. Algunas de las dinastías más importantes son:
La dinastía Sautekh , la más poderosa y expansiva de todas. Su líder es Imotekh el Señor de la Tormenta , un brillante estratega y un conquistador implacable. La dinastía Sautekh pretende restaurar el antiguo imperio necrón bajo su mando, y no duda en someter o aniquilar a cualquier raza o dinastía que se interponga en su camino.
La dinastía Nihilakh , la más conservadora y defensiva de todas. Su líder es Nemesor Zahndrekh , un antiguo general que ha perdido la cordura y cree que sigue luchando contra los ancestrales. La dinastía Nihilakh se dedica a proteger sus mundos necrópolis y a recuperar los artefactos perdidos de su pasado.
La dinastía Mephrit , la más agresiva y destructiva de todas. Su líder es Anrakyr el Viajero , un guerrero errante que busca despertar a los nekrones dormidos en otros mundos. La dinastía Mephrit utiliza sus armas para desatar una devastadora potencia de fuego sobre sus enemigos, sin importarle las bajas civiles o el daño colateral.
La dinastía Novokh , la más salvaje y sanguinaria de todas. Su líder es Kutlakh el Portador del Mundo , un antiguo señor de la guerra que ha despertado con una sed insaciable de sangre. La dinastía Novokh prefiere el combate cuerpo a cuerpo al uso de armas a distancia, y disfruta desmembrando a sus oponentes con sus hojas afiladas.
La dinastía Nephrekh, la más misteriosa y esotérica de todas. Su líder es Orikan el Adivino, un antiguo astrónomo que ha desarrollado poderes psíquicos y premonitorios. La dinastía Nephrekh utiliza su tecnología para transformar sus cuerpos en energía pura, lo que les permite atravesar cualquier obstáculo o enemigo.
La dinastía Thokt, la más fría y calculadora de todas. Su líder es Trazyn el Infinito, un coleccionista obsesivo que guarda en su museo personal todo tipo de objetos y seres de otras razas. La dinastía Thokt se especializa en el uso de armas criogénicas que congelan a sus adversarios, y en el empleo de clones y hologramas para engañarlos.
La dinastía Maynarkh, la más oscura y temible de todas. Su líder es el Rey Flayed, un nekrón que ha sido poseído por una maldición que le hace arrancar la piel de sus víctimas y vestirse con ella. La dinastía Maynarkh está formada por los nekrones más corruptos y degenerados, que han sucumbido al influjo del caos o de los c’tan.
Los nekrones son una raza implacable y despiadada, que no siente compasión ni remordimiento por ninguna otra forma de vida. Su objetivo es restaurar su antiguo imperio y eliminar a cualquier competidor o amenaza. Sin embargo, no todos los nekrones son iguales, y algunos tienen sus propias motivaciones y ambiciones. Algunos nekrones buscan recuperar su humanidad perdida, otros quieren vengarse de los c’tan o de los ancestrales, y otros simplemente quieren explorar el universo o satisfacer su curiosidad. Los nekrones son los señores del metal viviente, y su despertar ha supuesto un nuevo desafío para las demás razas de la galaxia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario